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martes, 1 de octubre de 2013

Autobronceante: ¿alivio o calamidad?

¿Nunca les pasó tener todo listo para un evento importante pero saltearse un detalle, que luego se dieron cuenta que era muy necesario? Estoy segura de que sí, y en esta entrada quiero contarles mi primer experiencia con el autobronceante.

Para empezar, al ser mi piel oscura nunca creí necesario tener que recurrir a esta herramienta pero el sábado pasado tenía un casamiento, pensé en todas los detalles (ropa, peinado, accesorios, zapatos) y el viernes me decidí a hacer una prueba de vestuario. ¿Que decirles de la sensación que sentí? Todo estaba perfecto, menos mis piernas. Claro, pasaron meses de crudo invierno y nunca me percaté que no expuse mis piernas a los rayos ultravioletas del sol primaveral (que durante estos días hubo poco y nada) entonces me dí cuenta que mis piernas tenían un color mate, pálido y, obviamente, entré en pánico.
Consulté con mis amigas para que me den una pronta solución y la respuesta que me dieron todas fue clara: AUTOBRONCEANTE. No voy a mentir, mi reacción con algunos productos de belleza que no son naturales me dan cierta desconfianza, pero ante mi impedimento de lucir mi color bronceado natural corrí a la farmacia más cercana. Al llegar me encontré con muchísimos productos y volví a ponerme nerviosa, nunca había utilizado autobronceante, no sabía como se usaba y lo peor de todo...tenía miedo de quedar totalmente naranja. Después de 45 minutos leyendo cada uno de ellos, me decidí (casi por inercia) por "Rayito de Sol Bronzage".
Llegué a casa ansiosa por probarlo pero, nuevamente, no sabía ni cómo se aplicaba el producto. Entre a google, busqué los pasos a seguir y me apareció instantáneamente la página oficial de Rayito de Sol y dentro de ésta un tutorial para aplicarlo. Hice las tareas y seguí los puntos al pie de la letra, no tuve que esperar mucho ya que al ser un gel y no una crema, su secado fue instantáneo y no manché ni una toalla (mi otro miedo era hacer un desastre mi ropa), quedé sorprendida porque noté un color natural, bronceado y casi perfecto por lo que recuperé el aliento y empecé a arreglarme para dar partida a la tan esperada fiesta.
Contarles que la fiesta fue increíble y la pase de lujo es tema aparte, pero aún así durante la iglesia y las primeras horas del evento seguía paranoica con los efectos del autobronceante, tenía miedo de que empiece a correrse y a quedar toda veteada, pero no fue así, todo lo contrario, bailé toda la noche tranquila y al llegar a casa noté que mi piel seguía intacta.
Después de tanto embrollo por el que me auto-sometí hoy puedo recomendar el autobronceante y hasta lo estoy considerando para utilizarlo durante el verano así no me expongo tanto al sol, que todas sabemos los daños que producen a nuestra piel y en este blog lo principal es estar lindas pero sanas.
A continuación voy a mostrarles algunas fotos del sábado para que vean el color natural que adquirí y así puedan sacar sus propias conclusiones (soy la de remera plateada y pollera de paliettes negra) y realicé una encuesta para que cuenten sus opiniones y experiencias con el autobronceante, espero sus respuestas! 







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